En los niños y niñas, nuestras palabras tienen mucho más peso del que creemos... Cambiémos esos malos tratos por palabras de ternura y amor.... Estimulemos la comfianza en nuestra niñez, pues de ellos depende el presente y el futuro. Digamos palabras de afecto a nuestros hijos, hermanos, sobrinos, amigos...
5 de noviembre de 2009
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